GRUPO TOCALAOTRAVEZ

lunes, 14 de junio de 2010

Comentarios sobre la obra

Roberto (actor)
Recomiendo la obra Una mosca en la sopa.
Por varios motivos:
Es interesante presenciar un trabajo grupal donde todo el tiempo hay 10 actores en escena, se articulan los dialogos de una manera impecable, no hay superposicion y cuando lo hay, porque el texto lo requiere, se puede escuchar a cada uno de ellos en la singularidad aunque esten todos hablando al mismo tiempo.
Tambien cuando la escena entra en caos, el movimiento y palabras de los actores esta prolijamente sincronizado, calculado y eso se aprecia.
En un primer tramo de la obra se despliegan ilusiones, ingenuidad y felicidad, pero a partir de un hecho insignificante, la maquinaria se interrumpe y en contrapartida aparecen los reproches, tomando a los actores por un nuevo sentimiento, la ira! y desde ahi todo se desmorona, sin resto para reparar, algo, de los vinculos, acentuando la imposibilidad de las relaciones humanas.



Soledad San Emeterio (escritora y directora de teatro)

"Es muy difícil conseguir la síntesis y sobre todo el espíritu de un creador, y eso es lo que ustedes lograron con esta puesta. Desde el primer momento en que me senté y observé el escenario olí a Ionesco, tal vez las sillas, los árboles (a mí me llevan tanto a Beckett como a Ionesco), o sea, los personajes tienen tanta importancia como los objetos o el lugar mismo donde transcurre la acción.
No es un teatro donde el conflicto se da entre personajes antagónicos y donde la escenografía es simplemente para ambientar el lugar, sino que el espacio y los objetos funcionan como personajes dentro de la obra, y esto es nuclear en una puesta de Ionesco, y esto está vitalizado maravillosamente en la puesta.
Luego con el transcurrir de la obra pude ingresar a ese universo orgánicamente caótico donde las personas no se mueven como individuos, sino como objetos y aparecen mecanizados por un lenguaje deshumanizado. Los personajes no son de tal o cual manera, sino que, más bien, forman parte de un mundo caótico y asfixiante, donde todo está sometido a la materia. No hay espíritu, no hay personalidad, no hay pasado ni futuro porque para Ionesco el hombre no se distingue en acto y potencia, no hay posibilidad de cambio, ni de distinción entre sus pares. Y es esto lo que se ve en la puesta que ustedes han realizado, vaya menudo logro.
Los felicito de verdad".
sss
Hugo Paredero (crítico teatral)

"Al comenzar, dándonos la espalda desde una pantalla el gran Ionesco reflexiona ante una entrevistadora sobre lo incorregible de la humanidad. Después su espíritu se desatará en escena, sólo por media hora. La furia hipócrita de la ira colectiva, todo como en una alegre kermés. Cualquiera puede descubrir una mosca en la sopa, cualquiera puede serlo".

martes, 1 de junio de 2010