GRUPO TOCALAOTRAVEZ

miércoles, 14 de abril de 2010

Entrevista a Eugene Ionesco

¿Qué es el teatro para Ud.?

IONESCO: El teatro es para mí la proyección en la escena del mundo interior : es en mis sueños, en mis angustias, en mis deseos oscuros, en mis contradicciones interiores donde me reservo el derecho de tomar esa materia teatral. Como no estoy solo en el mundo, como cada uno de nosotros en lo más profundo de su ser es al mismo tiempo todos los demás: mis sueños mis deseos mis angustias mis obsesiones, no me pertenecen en propiedad; forman parte de una herencia ancestral, de un depósito muy antiguo y constituyen el dominio de toda la humanidad. Es, más allá de toda su diversidad exterior, lo que reúne a los hombres y constituye nuestra profunda comunidad, el lenguaje universal.

¿Cuál es su pensamiento en relación a la humanidad?


IONESCO: La humanidad solo vive por la cultura. Se trata del problema del ser en el mundo. La cultura es lo que queda cuando todo se ha olvidado y eso que queda es lo esencial.
No hay verdaderamente cultura sino cuando el espíritu se dilata hasta una dimensión de lo universal.
De un extremo a otro del planeta, se matan entre si, imaginan tener razones para ello. ¿ Seré el único en no estar loco? Las camaraderías han asesinado el amor y la amistad. Más avanzan las cosas, más espantoso es. Yo no tengo en verdad miedo o solamente miedo. Es el asco lo que me paraliza. Podemos elegir entre el entumecimiento con nuestros deseos alienados o la muerte violenta en la explosión de nuestros deseos que chocan en nosotros mismos; unos contra los otros, o que chocan con aquellos de nuestros semejantes.

Hemos olvidado lo que debía ser la contemplación. Es “mirando” con una intención intensa como podríamos encontrar de nuevo la frescura del asombro, un asombro de niño que volvería al mundo tan joven, tan virgen como el primer día de la creación.

El mundo ha perdido toda dirección.
Para poder soportar lo insoportable, me aferro desesperadamente a la idea de que todo lo que me rodea no es verdad, que el mundo no es verdad.
Sin embargo, mientras exista conciente, habré de batirme, de combatir. Así. Por costumbre. Por poco que sea.

miércoles, 7 de abril de 2010

"Una mosca en la sopa" en el PORTÓN DE SANCHEZ



Después de realizar funciones en el Camarín de las Musas durante el 2009, el sábado 22 de mayo a las 18 hs. se reestrena "Una mosca en la sopa" en el PORTÓN DE SANCHEZ, Sánchez de Bustamante 1034 (Capital Federal).

Una mosca en la sopa.


Versión libre de La Ira de Eugene Ionesco.

En una ciudad pequeña donde todo es armonía, y se toleran las circunstancias más dolorosas con resignación y alegría, un pequeño suceso desata una violencia que provoca el fin del mundo. Estéticamente, el trabajo consistió en expresar en un lenguaje teatral, esta obra originalmente escrita para el cine.
Actúan: Mario Aitel, Alfonso Barone, Flora Brusco, Diana Calzaretto, Carmen Fernández, Patricia Filippo, Eddy Bluvol, Cris Marcón, Yuyo Morilla, Claudia Rosenberg y Walter Viegas.
Asistencia de dirección: Paula Marrón

Dirección: Elvira Onetto y Alicia Palmes

El montaje de la obra... por Elvira Onetto y Alicia Palmes

La obra que ponemos en escena es el resultado de un trabajo de dramaturgia y experimentación con todos los integrantes del grupo, sobre un guión cinematográfico que escribió Eugène Ionesco para una película dirigida por Claude Chabrol sobre los siete pecados capitales.En este caso se trata de la ira. La anécdota es sencilla: en una ciudad pequeña donde todo es armonía, y se toleran hasta las circunstancias más dolorosas con resignación y alegría, un pequeño suceso desata una violencia que provoca el fin del mundo.La ira es un texto difícilmente encuadrable dentro de alguna de las tres categorías de las obras de Ionesco. No es un drama representativo de vanguardia o teatro del absurdo, ni un drama de advertencia social, ni un drama confesional. Aquí aparece lo irremediable producido por el hombre mismo y contra si mismo: más que una protesta contra el orden social o un llamado a la independencia del espíritu humano, o como en “el rey se muere” donde el personaje se enfrenta al terror que le produce su muerte sin el consuelo o el amparo de la religión. Ionesco al escribir sobre la ira, desproporciona una pequeña discusión doméstica y lleva a los personajes de la pareja a un nivel de violencia que nos remite a la intolerancia de los regímenes totalitarios y a la guerra como última y devastadora expresión de la ira que produce finalmente la destrucción del planeta tierra.Al llegar al extremo de lo apocalíptico, Ionesco nos muestra en esta última etapa de su escritura, su desesperanza más completa respecto de la existencia y de la humanidad. Peor que la angustia de vivir, peor que la muerte y la desaparición ante los que quedan vivos, es el fin de todo, lo irremediable producido por el hombre que, alienado y anestesiado, funciona como una bomba de tiempo, sumergido en la rutina y la ilusión de un sentido que no encuentra, intentando adaptarse o acostumbrándose a la indignidad más atroz.El desafío fue reflexionar sobre la ira y su contrapartida la tolerancia, ya sea desde el punto de vista religioso, como del político.Estéticamente, el trabajo consistió en expresar en un lenguaje teatral, esta obra originalmente escrita para cine.

Fotos de la obra

Foto: Cris Marcón.





Ficha ténica

Actúan: Mario Aitel, Alfonso Barone, Eddy Bluvol, Flora Brusco, Diana Calzaretto, Carmen Fernández, Patricia Filippo, Chendo Hortiguera, Cris Marcón, Yuyo Morilla, Claudia Rosenberg y Walter Viegas

Actores en video: Alicia Palmes, Juan Carlos Imbrogno, Alejandro Robles, Susana Biscayart, Chendo Hortiguera y Alejandro Romero.

Iluminación: Cristina Lahet

Camarógrafas: Bárbara Niveyro y Elvira Onetto

Fotografía: Pablo Barone y Emilio (Camarín de las Musas)

Diseño gráfico: Alejandro Romero

Traducción del guión original: Walter Viegas

Productor ejecutivo: Walter Viegas

Asistencia de dirección: Paula Marrón

Dirección: Elvira Onetto y Alicia Palmes.