GRUPO TOCALAOTRAVEZ

miércoles, 19 de octubre de 2011

Fotos del estreno

Foto de A. Barragán: Diana Calzaretto, Walter Viegas y Carlos Bembibre.
Foto de A. Barragán: Sofía Quirell y Mario Aitel.
Foto de A. Barragán: Cristian Pina y Walter Viegas.
Foto de A. Barragán: Juan Martín Grazide y Nélida Brusco.
Foto de A. Barragán: Mario Aitel y Cristian Pina.
Foto de A. Barragán: Cristian Pina y Mario Aitel.
Foto de A. Barragán: Claus Rosenberg y Carlos Bembibre.
Foto de A. Barragán: Claus Rosenberg, Diana Calzaretto y Nélida Brusco.
Foto de A. Barragán: Carlos Bembibre.
TODAS LAS FOTOS SON DE ANDRÉS BARRAGÁN.

martes, 20 de septiembre de 2011

2011 Estrenamos LA FIESTA DEL HIERRO


El sábado 15 de octubre a las 21.30 hs. estrenamos LA FIESTA DEL HIERRO en el CENTRO CULTURAL CARAS Y CARETAS. Venezuela 330.



LA FIESTA DEL HIERRO- ROBERTO ARLT
Farsa trágica


ELENCO POR ORDEN DE APARICIÓN

Mariana: Diana Calzaretto
Don Carlitos: Carlos Bembibre
Ángel: Nélida Brusco
Fauno: Claudia Rosenberg
Niño Julio: Cristian Pina
Ambrosio: Mario Aitel
Ernestina: Sofía Quirell
Presbítero: Juan Martín Grazide
Fotógrafa: Carmen Fernández
Sr. Grurt: Walter Viegas

DISEÑO DE ILUMINACIÓN: Cristina Lahet

MÚSICA ORIGINAL: Trío del Futuro
DISEÑO SONORO Manuel Llosa
VOZ EN OFF: Manuel Llosa/ Elvira Onetto /

DISEÑO Y REALIZACIÓN DE ESCENOGRAFÍA Martín Onetto

DISEÑO DE PROGRAMA Nicolás Perotti
ASISTENTE DE ESCENAS: Lucía Allende

PRODUCCIÓN EJECUTIVA y
ASISTENCIA DE DIRECCIÓN:
Paula Marrón

DIRECCIÓN: Elvira Onetto/Alicia Palmes

La fiesta del hierro cuenta con subsidio del INT

SÁBADOS 21.30 hs.
CENTRO CULTURAL CARAS Y CARETAS
Venezuela 330.
Capital Federal.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Fotos de ensayos.

Foto: Walter Viegas y Carlos Bembibre.
Foto: Carlos Bembibre, Walter Viegas, Carmen Fernández y Sofía Quirell.
Foto: Diana Calzaretto.
Foto: Mario Aitel y Cristian Pina.

LA FIESTA DEL HIERRO

La fiesta del hierro, catalogada por su autor como una farsa trágica, es una obra que tiene un evidente sentido antibélico y una opinión muy clara en relación al poder y la corrupción. En la obra aparece el egoísmo, la sordidez y la ferocidad del alma humana.
La acción transcurre en la casa de un fabricante de armas; el hijo de éste ha tomado fotografías que comprometen a su madrastra con el gerente de la fábrica y se propone darlas a conocer durante los festejos que se realizarán con motivo de un nuevo aniversario de la empresa.
De allí en más, diversos personajes se irán implicando en esta oscura trama de sobornos y presiones que culminan en la fiesta, con un final digno de estos tiempos violentos y deshumanizados.

En esta obra –que puede transcurrir en cualquier lugar del mundo-, uno de los conflictos centrales se crea entre la lucha del ángel del bien y el de las tinieblas que acosan a las distintas conciencias y se disputan el alma del pecador. Estamos ante una moralidad en la que todos son seres inocentes, vulgares, adulones, serviles y simuladores, presentados como ejemplares de una civilidad cotidiana.

Dijo Arlt sobre su obra: “El mérito de mi nueva farsa dramática consiste en que, aunque estuviera mejor o peor escrita, no por ello dejaría de cumplir con la estricta obligación de la obra de teatro. Consiste 1) Fijar con rapidez la atención del espectador en una situación provocada por los personajes. 2) suscitar un creciente movimiento de curiosidad en su intelecto ante las posibles derivaciones de la intriga. 3) en emocionarle por el destino que acecha a los protagonistas.
(…) el plazo de tiempo en que se cumple el ciclo dramático de esta farsa es breve. Comienza en la mañana de un día y termina en el anochecer del que le sigue. Entre este paréntesis de algunas horas, treinta personajes hilan la trama de la red y se quiebran espantosamente la cabeza. Son tres actos de dialogación liviana, con los impromptus característicos de mi forma. En el primer acto juguetea cierta socarronería amenazante. La farsa se va deambulando amablemente entre sorpresas que no se adivina a qué clima de desgracia arrastrará a los alegres irresponsables. La tonalidad del segundo acto admite ya ráfagas de tintas oscuras. La fatalidad arrebujada en la codicia de los personajes dibuja un sendero inevitable que continúa desembocando en el misterio. No se prevé qué sucederá, tan variadas son aún las posibles combinaciones que tolera el ajedrez humano.
En el tercer acto, después de algunos felices pasos felices, un muñeco se desmorona en catástrofe. El arrastra a otros. Si se salvará o no de su tremendo destino es la súbitamente angustiosa curiosidad que mantendrá ansioso al espectador en su butaca”.

lunes, 12 de septiembre de 2011

Criterios artísticos, por Elvira Onetto y Alicia Palmes

Cuando uno lee al escritor y periodista Roberto Arlt se da cuenta de que aún hoy –a casi 69 años de su muerte- su obra emerge como un retrato vivo y fidedigno de las sociedades. Uno puede descubrir como sus reflexiones cobran una vigencia inusitada y nos ayudan a entender, un poco mejor, no sola la idiosincrasia del pueblo argentino sino del alma humana.
Sin embargo, en los últimos años, más que sus obras de teatro se han representado sus novelas y cuentos (tal es el caso de “Los siete locos”, “Prueba de amor” y “La isla desierta”, entre otros). Ahora bien, ¿por qué elegimos poner en escena la obra de teatro “La fiesta del hierro”?.

Después de haber leído varias de sus obras, consideramos que en “La fiesta del hierro” aparecían algunas reflexiones universales que aún hoy siguen teniendo vigencia y vale la pena representar, más aún teniendo en cuenta que es una obra que se representó muy pocas veces en la Argentina.
En “La fiesta…” aparece el egoísmo, la sordidez y la ferocidad del alma humana. Sin distinciones de clase, todos los personajes se sumergen en el barro mostrando sus miserias y demostrando lo que son capaces de hacer para alcanzar su acometido. Impotentes o disolutos, los protagonistas se refugian en la “mala conciencia”.
La obra denuncia con dureza el capitalismo, la guerra y se observa a la hipocresía como el accionar de la sociedad y el cinismo reflexivo como la salida frente al ahogo social. A partir de la obra, uno puede descubrir todo lo que puede hacer el ser humano motivado por la aspiración a ascender de clase social. En este sentido, tiene una mirada aguda sobre la psicología de los personajes, apelando a sus sentimientos más bajos y siendo capaz de entender la psicología del necesitado y del poderoso.
Es interesante analizar –y artísticamente será un lineamiento general de esta puesta- que no se pone a los ricos como malos y a los pobres como buenos sino que muestra que tanto unos como otros se mueven por los sentimientos más bajos. Es decir, en ambos se da esta lucha de conciencia entre el bien y el mal pero literalmente siempre es el mal el que triunfa. Esto hace que otro criterio a adoptar estéticamente es marcar las contradicciones de los personajes evitando caer en estereotipos o en construcciones lineales donde sepamos de antemano qué es lo que van a hacer.
Arlt supo hacer una radiografía del alma humana, mostrando sus ambiciones, sus temores más arcaicos, sus pasiones más bajas.
Por último, lo disonante, depositados en seres out-casts –al margen de la ciudad, de sus leyes, de sus trabajos, de sus clases, al margen en fin, de las formas de vida legitimadas- instauran el espacio del mal (ver estética del mal y el juego de la conciencia). En este sentido, muchas veces sucede que el contraste (solemne-irreverente, grande-pequeño, bello-feo, mal-bien) es una estrategia generadora de humor. Él se especializa en la construcción de ambientes sublimes, contextos dorados y acontecimientos insignificantes y ridículos. Arlt provoca humor y éste será un condimento que también deseamos que aparezca en la obra.

sábado, 10 de septiembre de 2011

La estética del mal y el juego de la conciencia

Como directoras, consideramos que en toda la obra aparece un juego constante entre el bien y el mal, entre el deber ser y el querer, poniendo en evidencia las contradicciones de la conciencia y la moral. Es así que creemos que tanto el Fauno como el ángel (dos de los personajes de la obra) tienen un papel importante y atraviesan el resto de los conflictos que subyacen en cada escena.
Jorge Quiroga descubre que tanto en Arlt como en Dostoievski aparece un mismo motor narrativo: la fascinación por la estética del mal, cuyas marcas se encuentran en la obsesión por lo religioso y lo irreligioso, la tensión de sentimientos y culpas que se desatan en los personajes y el cinismo mórbido de quienes razonan en los momentos de crisis
Muchos hablan de la literatura de Arlt como campo de batalla y maquinación estratégica y a su obra como máquina bélica (que busca conquistar el presente interpretando el porvenir), y como máquina de conquista y destrucción.
Arlt le da un espacio a los rufianes. Falsificadores, trabajadores explotados y prostitutas adquieren el protagonismo que la sociedad les niega, y lo hacen expresando sus sueños, deseos y miedos.
En una de sus aguafuertes, el propio Arlt trata de dilucidar el alma humana y el constante juego del bien y el mal en todas las sociedades: “(…) los personajes son esos demonios, que ni locos ni cuerdos, se mueven como fantasmas en un mundo de tinieblas y problemas morales y crueles. Si fueran menos cobardes, se suicidarían; si tuvieran u poco más de carácter serían santos. En verdad buscan la luz. Pero la buscan sumergidos en el barro. Y ensucian lo que tocan”.
Para expresar una realidad social que se torna extraña al hombre, Arlt recurre a la utilización del método de la parábola, el cual al echar mano de la exageración fantástica, permite hacer consciente al acontecimiento cotidiano de su absurda monstruosidad. Lo corriente, todo aquello a lo que el hombre está acostumbrado, se presenta como absurdo, resulta una abierta provocación para la conciencia y lleva a que se reflexione. El mundo alineado resulta iluminado mediante este proceso de distanciamiento artificial con una nueva luz que permite conocerlo.
Arlt consideraba a la alienación como inmutable: un estado, cuya existencia se podía comprobar con desesperación, pero del que ningún esfuerzo permitiría escapar. Por eso, su método consiste en hacer visible el mundo alienado, presentando mediante la forma de la parábola rasgos esenciales de la realidad. Denuncia el aplastamiento del hombre por el mismo aparato inhumano y nos invita a repensarnos. Cuando uno ve “ La fiesta del hierro” se abre el juego para repreguntarnos hasta dónde es capaz de llegar el alma humana.
Por último, queremos rescatar que la obra de Arlt se basa en la vida; su fuente es ella. Y como destacó José Luis Arce, no se antepone una ideología, una mitología, un preconcepto cultural o una retórica para componerla, sino que se moldea, se cincela desde las cosas mismas; en contacto con ellas y en lo cotidiano del ser humano.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Subsidio.


En septiembre, el Instituto Nacional del Teatro nos informó que recibimos un subsidio para la producción de la obra UNA FIESTA DEL HIERRO.

sábado, 18 de junio de 2011

LA FIESTA DEL HIERRO


A principios del 2011, varios de los integrantes del grupo TÓCALA OTRA VEZ comenzaron a ensayar la obra "LA FIESTA DEL HIERRO", escrita por Roberto Arlt.

jueves, 5 de mayo de 2011

Historia del grupo: Tocalaotravez

El grupo de teatro independiente “Tocalaotravez” comenzó a nacer en el 2001 a partir de un taller de montaje de la actriz y directora Elvira Onetto.
Durante varios años, ese grupo –sin tener aún la denominación Tocalaotravez- realizó muestras sobre diversas obras de teatro como: “El oso”, de Chejov; “Cuarteto”, de Rovner; “Háblame de la lluvia y déjame escuchar”, de Tennessee Williams; Sueltos humorísticos (anónimo); “Algo algún día”, de Carver y “Las criadas” de Gené.
Las ganas, el interés y el compromiso de los actores involucrados, junto con el trabajo de dirección de Elvira Onetto y Alicia Palmes, hicieron que se pudiera formalizar la conformación de un grupo de trabajo formal y estable a partir del cual se pusieran en escena espectáculos teatrales.
Fue así que en el 2006 el grupo comenzó a trabajar en la producción y montaje de obras de teatro. El primer espectáculo estrenado fue “Furor de querer”, inspirado en textos de Jean Cocteau, su vida y su obra.
A partir de un análisis profundo del autor, Elvira Onetto y Alicia Palmes (quien se sumó al grupo como co directora en el 2006) desarrollaron y escribieron una obra en donde los personajes de sus textos, los espectadores, el mismo Cocteau y su madre se encontraban sobre el escenario confrontando, opinando y rebelándose a lo que el autor escribió.
Durante varios meses, “Furor de querer” realizó funciones en El Camarín de las Musas (www.elcamarindelasmusas.com.ar), los domingos a las 20.30 hs.
En el 2009, el grupo gestionó los trámites correspondientes para que PROTEATRO inscribiera a TOCALAOTRAVEZ en el Registro de la Actividad Teatral no Oficial (bajo el número G.E.S. 075).
Ese mismo año, Tócala… recibió un subsidio de diez mil pesos para el montaje y producción de la obra “Una mosca en la sopa”, versión libre de “La Ira” de Eugene Ionesco.
Esta obra también se estrenó en El Camarín de las Musas (2009) y continúo realizando funciones hasta octubre de este año en El Portón de Sánchez.
Integrantes y roles.
Tocalaotravez es dirigido por Elvira Onetto y Alicia Palmes. Paula Marrón se ocupa de la asistencia de dirección y técnica y todo lo vinculado a la producción de los espectáculos.
En cuanto a los actores que integran el grupo, ellos son: Mario Aitel, Alfonso Barone, Eddy Bluvol, Nélida Brusco, Diana Calzaretto, Carmen Fernández, Patricia Filippo, Cris Marcón, Yuyo Morilla, Claudia Rosenberg, Susana Biscayart y Walter Viegas.