GRUPO TOCALAOTRAVEZ

sábado, 10 de septiembre de 2011

La estética del mal y el juego de la conciencia

Como directoras, consideramos que en toda la obra aparece un juego constante entre el bien y el mal, entre el deber ser y el querer, poniendo en evidencia las contradicciones de la conciencia y la moral. Es así que creemos que tanto el Fauno como el ángel (dos de los personajes de la obra) tienen un papel importante y atraviesan el resto de los conflictos que subyacen en cada escena.
Jorge Quiroga descubre que tanto en Arlt como en Dostoievski aparece un mismo motor narrativo: la fascinación por la estética del mal, cuyas marcas se encuentran en la obsesión por lo religioso y lo irreligioso, la tensión de sentimientos y culpas que se desatan en los personajes y el cinismo mórbido de quienes razonan en los momentos de crisis
Muchos hablan de la literatura de Arlt como campo de batalla y maquinación estratégica y a su obra como máquina bélica (que busca conquistar el presente interpretando el porvenir), y como máquina de conquista y destrucción.
Arlt le da un espacio a los rufianes. Falsificadores, trabajadores explotados y prostitutas adquieren el protagonismo que la sociedad les niega, y lo hacen expresando sus sueños, deseos y miedos.
En una de sus aguafuertes, el propio Arlt trata de dilucidar el alma humana y el constante juego del bien y el mal en todas las sociedades: “(…) los personajes son esos demonios, que ni locos ni cuerdos, se mueven como fantasmas en un mundo de tinieblas y problemas morales y crueles. Si fueran menos cobardes, se suicidarían; si tuvieran u poco más de carácter serían santos. En verdad buscan la luz. Pero la buscan sumergidos en el barro. Y ensucian lo que tocan”.
Para expresar una realidad social que se torna extraña al hombre, Arlt recurre a la utilización del método de la parábola, el cual al echar mano de la exageración fantástica, permite hacer consciente al acontecimiento cotidiano de su absurda monstruosidad. Lo corriente, todo aquello a lo que el hombre está acostumbrado, se presenta como absurdo, resulta una abierta provocación para la conciencia y lleva a que se reflexione. El mundo alineado resulta iluminado mediante este proceso de distanciamiento artificial con una nueva luz que permite conocerlo.
Arlt consideraba a la alienación como inmutable: un estado, cuya existencia se podía comprobar con desesperación, pero del que ningún esfuerzo permitiría escapar. Por eso, su método consiste en hacer visible el mundo alienado, presentando mediante la forma de la parábola rasgos esenciales de la realidad. Denuncia el aplastamiento del hombre por el mismo aparato inhumano y nos invita a repensarnos. Cuando uno ve “ La fiesta del hierro” se abre el juego para repreguntarnos hasta dónde es capaz de llegar el alma humana.
Por último, queremos rescatar que la obra de Arlt se basa en la vida; su fuente es ella. Y como destacó José Luis Arce, no se antepone una ideología, una mitología, un preconcepto cultural o una retórica para componerla, sino que se moldea, se cincela desde las cosas mismas; en contacto con ellas y en lo cotidiano del ser humano.

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